Llegando a la bahía de San Miguel, entre la isla de Caldes y la punta de s’Orenga, se encuentran las montañas rusas, una serie de bajos que se levantan hasta los 12 metros de profundidad sobre un fondo de 30 metros. Su nombre viene dado por lo radical de sus cortados dando la impresión de encontrarnos en una atracción de feria a medida que descendemos y ascendemos por ellos. Es una inmersión que requiere un poco de experiencia previa, debido a su profundidad máxima y el poco terreno a poca profundidad con el que contamos en los bajos. En el fondo encontramos numerosas grietas y agujeros plagados de vida, langostas, morenas de gran tamaño, numerosos tipos de nudibranquios, majestuosos cabrachos, brótolas y alguna que otra raya. Sus paredes albergan gran cantidad de bancos de peces como las mojarras, antias y sargos. A medida que nos acercamos a la superficie veremos gran cantidad de peces de pequeño tamaño pero que hacen las delicias de los fotógrafos y los videografos.